Mentoring Pinardi
Monte Alban, Mexico
Obra de teatro "Los ladrones somos gente honrada"
Florencia
BLC C&M
Fedepe, entrega de premios
Los rodriguez
Japon
Teatro
Venecia
Esfinge, El Cairo
Lago Imle Myanmar
TTD
Cuevas colgantes, China
Bagan, Birmania
El Cairo, pirámides
Querataro, Mexico
Venecia
Euroteam, Hungría
Alcalá de Henares
Telefonica Data en Sao Paulo
Yellowstone, USA
Querataro, Mexico
Siria
Kerala India
Reunion HC
Muralla China
Nochevieja en Quito
Glaciar, Argentina
Lencois del Marañon Brasil
El Nilo
Praga
En la cima del M. Fuji, Japón
Yellowstone, USA
Presentación Posdata
Tailandia
Costa Rica
Viena
Vicenza
Teatro
Plaza de Tian an men Pekín
Oxaca, Mexico
Birmania
Telefónica Formación
Mariachi en la boda de Pe
Nilo Azul Etiopía
India del Sur, mercado
Curso superior de coaching ejecutivo, abril 2013
Islas Galápagos
Budapest
Los medranitos
China
Rajpur India
Bryce Canion, USA

 

 

COACHING Y MENTORING PARA LA ACCION SOCIAL

(publicado en Curiositá del Grupo BLC)

El coaching y el  mentoring han llegado para quedarse, pero no sólo en las aplicaciones hasta ahora conocidas sino que se están mostrando como  herramientas de alta capacidad para el trabajo en la acción social.

Es ya un hecho su valor en un variado espectro de acciones: el mentoring para la inserción laboral tanto para parados como para jóvenes en riesgo de exclusión social, el coaching para personas que han sufrido enfermedades graves y hasta cierto punto incapacitantes como las derivadas del daño cerebral, o  para los profesionales de la ayuda dedicados a la acción social: trabajadores y educadores sociales, pedagogos, psicólogos, médicos, …

 Aunque hablamos de coaching y mentoring, en realidad la intervención es un híbrido de coaching y mentoring, roles que por otra parte ya se perciben como semejantes; de ahí que comience a hablarse del rol de coach-mentor para describir este nuevo híbrido.

¿Dónde radica la eficacia de estas herramientas?       

En primer lugar, en su carácter personalizado adaptado a la persona que se sienta frente al coach-mentor, la persona cliente que  es la que marca el objetivo a conseguir.

Hay que destacar que el proceso de coaching-mentoring es un viaje de acompañamiento en el trayecto de cambio que hace la persona.

Las habilidades que el coach-mentor ha de ejercer son básicamente: la escucha activa, las preguntas, dar feedback, establecer metas, o  servir como modelo de rol.

Y para que se establezca la relación, el coach-mentor ha de conseguir la confianza de su cliente, bien sea el profesional o el beneficiario final de la acción social, confianza a lograr mediante la cercanía, la empatía y el compromiso, dando a entender que va a ser capaz de ayudar  a su cliente a conseguir sus objetivos.

El perfil del coach-mentor para la acción social

Si hablamos de acompañamiento, el coach-mentor ha de conocer de primera mano y haber experimentado de alguna manera dos ámbitos:

  • el mercado de trabajo al que estos jóvenes pueden acceder y
  •  además las características  del entorno de dónde estos jóvenes proceden y en el que se mueven.

La experiencia del profesional es muy relevante en este contexto para entender  a unos jóvenes por lo general muy diferentes a él, tanto por su experiencia vital como por el entorno en el que vive y se mueve. 

Dependiendo de dónde ponemos el énfasis podemos dar preferencia a un perfil u otro del coach-mentor.

Si lo que interesa en particular son las condiciones y características del mercado de trabajo buscaremos un perfil más senior, subrayando esa experiencia.

Si antes de la reinserción hay que trabajar aspectos primordiales del colectivo social de donde procede el joven, daremos mayor relevancia al conocimiento y la experiencia en este ámbito, con profesionales cercanos, incluso en edad, a los jóvenes en riesgo de exclusión social. Y aquí no hay que olvidar que los entornos donde se mueve la exclusión social son variados: el abandono de la escuela, conflictos familiares, inmigración, marginación social, violencia machista, problemas con las drogas, etc.

Si hablamos del perfil ideal, es claro que lo mejor sería contar con un mentor o una mentora que procediendo de situaciones de exclusión, hayan superado esa barrera, y sido capaces de  insertarse laboral y socialmente

En este caso, estos jóvenes mentores habrán de recibir una formación y entrenamiento en las competencias y habilidades requeridas para actuar como mentores, dado que ya cuentan con la cercanía y el haber pasado por situaciones homólogas al de su ahora cliente, y que por lo tanto, sean capaces de hacer mejor el viaje de acompañamiento en el proceso de cambio.