El coach como agente de cambio
Publicado en Equipos y Talento, noviembre 2013
http://www.equiposytalento.com/opinion/blc-coachingmentoring-/el-coach-como-agente-de-cambio
José Luis Rodríguez Socio Director de BLC Coaching&Mentoring
Asumir una perspectiva etnográfica, sociológica y en red, es teorizar sobre el coaching teniendo en cuenta su impacto social más amplio fuera de las organizaciones formales y de los cuerpos institucionales. Por ejemplo, la teoría de los nuevos movimientos sociales (Melucci y Della Porta) nos permite pensar en emplear estos movimientos como metáforas para el coaching, unos movimientos que son más informales y auto-organizados, con menos jerarquías, sin líderes definidos y centrándose más en la identidad y el poder económico.
Una aplicación al coaching podría ser: hay coaches externos, outsiders a las organizaciones, por elección o por defecto, que trabajan fuera de los confines de una institución, y detentan una cultura donde un valor muy importante es la libertad de la que disfrutan.
El coaching puede ser una fuerza para la micro- emancipación, liberando a los individuos de sus propias limitaciones (ansiedades, miedos, etc.), producidas por lo que algunos llaman las cadenas corporativas. Sea esto real o mera retórica, merece mayor estudio. Imaginar que el coaching es un nuevo movimiento social no es un arrebato de fe, puesto que muchos coaches están firmemente convencidos del poder de transformación a través de la charla sanadora, y en particular de la fraternidad del life-coaching.
El coaching como una TIC
Otra metáfora a nivel macro que puede emplearse para describir el coaching es la de considerarlo como una TIC. Una TIC consta de hardware, software, redes, y medios para la recogida, el almacenamiento, el procesamiento, la transmisión y la presentación de la información junto con los servicios relacionados.
Los coaches y los coachees acumulan, dispersan y moldean datos y lenguaje, textos, información y emociones. Los procesan y los transmiten a otros, reproduciendo y transformando a los actores individuales y colectivos a medida que hacen su trabajo de transmisión y comunicación. El coaching crea nuevas redes, dentro y a través de las organizaciones y entre sus propios profesionales.
También podemos emplear una variante de la anterior metáfora, la TIC in company cuyo objetivo es lograr el desarrollo individual y organizacional. Al tiempo que estas iniciativas suceden, los coaches van extendiendo noticias, ideas, llevando y moldeando la cultura de la empresa, de un individuo a otro y de un departamento a otro.
Si trasladamos esta imagen desde el interior de la empresa a las organizaciones a nivel global, podríamos imaginar el coaching como una bandada de pájaros (o de abejas) con una alta capacidad de auto-organización; miles de coaches volando o zumbando por las organizaciones del mundo entero, coaches que se comunican entre sí en redes locales y globales. El coaching se convertiría en un super-organismo sin las estructuras de las organizaciones convencionales.
Los coaches no solo comunican dentro de las sesiones, sino que actúan como memes (genes que transmiten información biológica que, según se dice, transmiten información sobre las ideas y las creencias), comunicando información entre diferentes sesiones de coaching, escogiendo el lenguaje. Diferentes ideas, retórica, discurso, conocimiento, insights, matices y cultura gerencial nuevas. Los coaches también comunican con sus clientes, un directivo o un departamento de RRHH, eligiendo y dejando caer información, recogiendo y pasando conocimiento y discurso.
Los coaches además se comunican entre sí de formas variadas y diversas, a través de la literatura de coaching, los textos escritos, las webs, los trabajos académicos y de divulgación, los encuentros cara a cara, la supervisión, las sesiones de formación y los cursos, y de multitudinarios congresos y conferencias, junto con el público en general, sus familiares y amigos.
El coaching como una TIC actúa de lubricante social en el trabajo. Como las abejas que van de flor en flor, los coach se mueven de una persona a otra, de empresa a empresa, trans-polinizando ideas, y asi un colectivo de coaches podría llegar a formar una nueva colonia. Las ideas son dispersadas y el ecosistema de la vida organizacional florece por doquier.
Los coach son transportadores de nuevas ideas, compartiendo las mejores prácticas y el conocimiento. No podemos olvidar, sin embargo, que a su vez transportan y reproducen las culturas normativas que restringen el cambio.
Es decir, son transportadores de cultura en dos direcciones, del coaching a los negocios y de los negocios al coaching.